La lana merino es la que se obtiene de las ovejas de raza merino.
Su principal característica es lo fina y suave que es (entre 11.5 y 26 micras), lo que la convierte es una de las lanas más aptas para todo tipo de pieles.
El origen de la raza merino podemos encontrarlo en lo que hoy es España, dónde en el siglo XII se cruzaron sus mejores ovejas con una raza ovejas de tribus bereberes del actual Marruecos. En la edad media, la calidad de la lana de estas ovejas llegó a tal nivel y era tan alto su valor, que estuvo prohibida la exportación de las ovejas a Europa bajo pena de muerte. No fue hasta el siglo XVIII que la monarquía empezó a dar ovejas a parientes europeos y empezó la expasión de la raza, encontrando actualmente las mayores explotaciones de oveja merino en Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Sudáfrica y Estados Unidos.
La principal razón del interés productivo de las ovejas merino, a parte de la calidad de su lana, es la cantidad de lana que produce cada oveja, convirtiéndola en algo muy rentable comparado con otros tipos de oveja.
En cuanto a la lana merino, sus características únicas la hacen excelente para tejer. Es una lana fina y delicada, ideal para prendas de bebés, chales y jerseis, pero que con la torsión suficiente en el hilado de la madeja resulta suficientemente resistente incluso para calcetines.
Otra de las característica que hacen única la lana merino es su capacidad termorreguladora, lo que la hace perfecta para todas las épocas del año. La lana merino tiene unas bolsas de aire entre las fibras suficientemente grandes para hacer de aislante térmico. En invierno, además de aislar el frío del exterior con esta capa de fibra y aire, atrapa el calor de nuestro cuerpo y condensa el sudor para que nos sintamos secos. En verano, la capacidad de absorción de las fibras, hace que incluso sudando nos mantengamos secos y frescos.
Los ovillos de lana merino que podemos comprar, generalmente los encontramos en madejas 100% merino (sobre todo cuando se trata de lanas teñidas a mano por tintoreras artesanas), mezclas de 75% merino y 25% nylon (perfectas para tejer calcetines) o incluso mitad algodón y mitad merino, ideales para el verano.
Lana merino para bebés
La lana merino es perfecta para bebés. Debido a lo fino de la fibra, ésta no puede causar ningún tipo de irritación en una piel sana.
Además, muchos ovillos ya vienen tratados especialmente para tejer prendas para bebés y mantitas, para que se puedan lavar en la lavadora sin problemas.
Los ovillos de lana merino para bebés que tenemos a la venta tienen un precio muy económico y sólo con una madeja ya puedes tejer una ranita para un recién nacido o un gorrito para un bebé.
Lana merino superwash
Una lana superwash es aquella que puede ir a la lavadora sin riesgo que encoja.
La fibra de la lana tiene unas escamitas que actúan como un velco. La temperatura, la humedad y el roce hacen que estas escamas se agarren más fuerte entre ellas, lo que provoca el fieltrado de la lana.
El tratamiento superwash lo que hace es eliminar con un baño ácido o cubrir estas escamas con un polímero que impedira que se agarren entre ellas.
Aunque una lana tenga tratamiento superwash, a menudo verás en la etiqueta de instrucciones que se recomienda lavar en frío y secar en plano. Esto es porque un exceso de temperatura (del agua o de la secadora) podría eliminar el recubrimiento y perder la propiedad superwash de la lana, con lo que se nos podría fieltrar la prenda.
Superwash es un término patentado. Puedes encontrar lanas lavables en lavadora con otro tipo de nombre que indique que han sido tratadas para no fieltrarse.